CATULO (el poeta latino que sé que os ha gustado, aunque por otro tipo de composiciones), escribió el Carmen XLVI cuando volvía a casa desde Bitinia. Me ha gustado porque habla del viaje que va a emprender con entusiasmo. Vosotras también emprendéis ahora un viaje, un camino que os llevará fuera de casa, del instituto, pero que os traerá también de vuelta, con más experiencia, más saber y una mente más abierta.
Ya la primavera trae sus tibios calores,
ya la furia del cielo invernal empieza a
callar ante las dulces brisas del Céfiro.
Dejemos, Catulo, las llanuras frigias
callar ante las dulces brisas del Céfiro.
Dejemos, Catulo, las llanuras frigias
y el fértil campo de la abrasada Nicea:
volemos a las ilustres ciudades de Asia.
volemos a las ilustres ciudades de Asia.
Ya desbocado mi corazón ansía viajar,
ya mis pies se robustecen ufanos de entusiasmo.
Adiós, dulce compaña de amigos,
Adiós, dulce compaña de amigos,
a los que, tras haber marchado a un tiempo
lejos de casa, caminos distintos, con variada fortuna, traen a ella.
lejos de casa, caminos distintos, con variada fortuna, traen a ella.
El poeta griego Cavafis describe como nadie ese viaje que vais a iniciar en su poema Ítaca, al que Lluís LLach puso una hermosa música.
Bonam fortunam habeatis!!!