Perseo, hijo de Dánae y Zeus, se comprometió con Polidectes y le dijo que no pondría reparos a regalar cualquier cosa incluso la cabeza de Medusa. Una vez en marcha con los dioses Atenea y Hermes, se encontró con las ninfas que le dieron un casco de Hades para ser invisible y que la Medusa no le vea . Además, recibió de Hermes una hoz de acero con la que poder cortar la cabeza de Medusa . Usó su escudo de bronce como espejo para lograr cortar la cabeza de Medusa sin tener que mirarla.
Perseo y Medusa
Benvenuto Cellini, 1554
Museos Vaticanos (Roma)
no estaría nada mal eso de poder petrificar con la mirada en alguna ocasiones, pero dado cómo se las gastaba Perseo, nos conformaremos con expresar nuestro desacuerdo de forma más civilizada y respetuosa, por si acaso...
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